Santa Francisca Romana, Giovanni Antonio Galli
Día 4
Junio: Obediencia
Una pequeña gota de simple obediencia vale un millón de veces más que un jarrón lleno de las contemplaciones más exquisitas. -Santa María Magdalena de Pazzi
Leemos sobre una santa monja que un día estaba disfrutando de la compañía del Niño Jesús en su celda cuando fue llamada por la Superiora. Pidiéndole que la esperara, fue a obedecer la orden, y cuando regresó, lo encontró ya no como un niño, sino con la forma de un joven adulto. Con esto, Él quiso mostrarle cuánto su pronta obediencia había hecho que Él creciera espiritualmente en su corazón en tan poco tiempo.
Un día, cuando Santa Francisca Romana estaba rezando el Oficio de la Santísima Virgen, fue interrumpida cuatro veces mientras repetía una sola antífona por la voz de su esposo que la llamaba. Cada vez respondía puntualmente, y cuando regresó la cuarta vez, encontró la antífona escrita en letras de oro.