Día 22

Junio: Obediencia

Cuando el Superior ordena algo, considera que no es él quien habla, sino Dios, de modo que el Superior es solo una trompeta a través de la cual suena la voz de Dios. Y esta es la verdadera clave de la obediencia, y la razón por la cual los perfectos obedecen en todo tan prontamente, sin hacer diferencia entre un Superior y otro, y se someten al de menor autoridad tanto como al de mayor, y al imperfecto tanto como al perfecto; porque no miran a las personas ni las cualidades de los Superiores, sino solo a Dios, quien es siempre el mismo, de igual mérito y de igual autoridad. -San Alfonso Rodríguez

San Luis Gonzaga dijo que no recordaba haber desobedecido jamás la más mínima orden de un Superior. Incluso mostraba tanta reverencia y sumisión al bedel como al mismo General.

La beata Salomea observaba las órdenes de los Superiores con tanta exactitud como si hubieran sido dadas por el mismo Dios, por la razón de que las consideraba originadas en Dios y solo promulgadas por la voz del Superior.

La venerable Madre Serafina a veces tenía confesores que poseían poca sabiduría, pero ella los obedecía con la misma exactitud que a los demás; y a menudo decía que cuando no mandaban nada pecaminoso, siempre era necesario obedecerlos, sin buscar una razón para sus órdenes.