San Atanasio, fresco en la Iglesia Theotokos Peribleptos en Macedonia

Día 18

Junio: Obediencia

El principal mérito de la obediencia no consiste en seguir la voluntad de un Superior amable y afable que pide en lugar de mandar, sino en permanecer pacientemente bajo el yugo de uno que es imperioso, riguroso, severo, malhumorado y nunca satisfecho. Esta es una pura fuente de agua que brota de la garganta de un león de bronce. -San Francisco de Sales

Santa Juana Francisca de Chantal solía decir que sentiría mayor satisfacción en obedecer a la Hermana más humilde, que no haría más que irritarla y darle órdenes de manera ruda y brusca, que en seguir las indicaciones de la más capaz y experimentada de la Orden; porque, decía, donde hay menos de la criatura, hay más del Creador.

San Atanasio relata de los antiguos monjes que buscaban Superiores duros y poco amables que nunca estuvieran satisfechos con lo que hacían y que los reprendieran para su bien, como San Pacomio hacía con su discípulo Teodosio; y cuanto más duro y poco atractivo era el Superior, más perfecta era su obediencia.

Santa Catalina de Bolonia deseaba que su Superiora la tratara siempre con dureza y le impusiera las tareas más difíciles. Ella decía que su propia experiencia había demostrado que la obediencia en asuntos ordinarios es ciertamente muy útil, pero que la obediencia en cosas difíciles o mandadas con severidad llena el alma de virtudes en poco tiempo y la une a Dios.