Día 17

Junio: Obediencia

Un hombre verdaderamente obediente no discrimina entre una cosa y otra, ni desea un empleo más que otro, ya que su único objetivo es ejecutar fielmente cualquier tarea que se le asigne. -San Bernardo

San Jerónimo escribió que cuando visitaba a los ermitaños en el desierto, encontró a uno que, durante ocho años, había llevado una piedra pesada sobre sus hombros dos veces al día por una distancia de tres millas, por orden de su Superior. Al preguntarle cómo podía estar dispuesto a realizar tal acto de obediencia, respondió que siempre lo había hecho con el mayor contento, como si hubiera sido la ocupación más elevada e importante de este mundo. Estos, concluye el Santo, son los que obtienen provecho y crecen en perfección, pues se alimentan con "la harina del trigo", es decir, con hacer la voluntad de Dios; y testifica que él mismo se sintió tan conmovido por la respuesta que recibió, que desde esa hora decidió convertirse en monje.