Santa Juana Francisca de Chantal, Desconocido
Día 29
Marzo: Mortificación
El verdadero y único remedio para este mal es no dar mucha importancia a lo que se sugiere en nuestra mente. Cuando se nos pide nuestra opinión, démosla sinceramente, pero con indiferencia respecto a si será aceptada o aprobada, y cuidemos de seguir el juicio de otros en lugar del nuestro, siempre que pueda hacerse legítimamente. – San Francisco de Sales
Se narra en las Vidas de los Padres que cuando el Abad Juan, muy célebre por su santidad, estaba a punto de morir, sus discípulos le rogaron que les dejara algún buen consejo para adquirir la perfección. Él les respondió: "Esto es todo lo que puedo decirles: he trabajado no según mi propio juicio, sino según el juicio de los demás; ni jamás he mandado a otro que haga algo, sin haberlo hecho primero yo mismo".
Santa Juana Francisca de Chantal tenía una mente al mismo tiempo elevada y rápida para alcanzar el punto al que apuntaba. Pero a pesar de todo esto, cuando le pedían consejo en asuntos importantes, nunca confiaba completamente en el conocimiento que había adquirido por larga experiencia; sino que, además de recurrir a Dios en oración, quería consultar con sus padres espirituales y con personas familiarizadas con esos asuntos. Luego expresaba sus propios sentimientos de esta manera: "Esta es mi opinión, pero tomen además el consejo de alguien más sabio y más juicioso".
San Vicente Ferrer, en asuntos relacionados con la dirección y gobierno de esa Orden de la que era el jefe, generalmente seguía los deseos y opiniones de sus compañeros en lugar de los suyos propios.
Un Mercedario