San Francisco de Sales entregándole a Santa Juana de Chantal la regla de la orden de la Visitación de Nuestra Señora, Desconocido

Día 25

Marzo: Mortificación

¿Sabes cuál es el grado más alto de abnegación de la propia voluntad? Consiste en permitirnos ser empleados en cosas que otros elijan, sin nunca hacer resistencia alguna. -San Francisco de Sales

Cuando San Basilio visitaba los monasterios de su diócesis, preguntó a un abad si no tenía ningún monje que mostrara más que los demás que pertenecía al número de los predestinados. El abad le presentó a uno que era muy sencillo. El Santo le ordenó que trajera agua, y cuando la trajo rápidamente, le dijo que se sentara y lavara sus pies, lo cual hizo inmediatamente, sin mostrar la menor reticencia. Al día siguiente, mientras entraba en la sacristía, le ordenó que se acercara al altar, ya que deseaba ordenarlo sacerdote; y él recibió el sacerdocio sin ninguna resistencia. A partir de estas cosas, el Santo lo consideró muerto a su propia voluntad y a su propio juicio, y por lo tanto digno de ser considerado uno de los predestinados. Un poco después, algunos desconocidos entraron en su celda por la noche, lo tomaron y lo llevaron sin resistencia a su país, donde lo encerraron en una choza miserable, donde permaneció tranquilamente, sin decir una palabra a nadie. Pero unos días después, algunos hombres de otra región lo sacaron, aún sin decir una palabra de su parte, y lo llevaron al lugar del que vinieron, donde se quedó contento, como muerto para el mundo.

Un Mercedario