Día 23

Abril: Paciencia

No te angusties por las contradicciones que encuentres en el trato común, pues brindan la oportunidad de practicar las virtudes más preciosas y amables, que Nuestro Señor nos ha recomendado. Créeme que la verdadera virtud no se cultiva más en la tranquilidad exterior que buen pescado en el agua estancada de un pantano. ¿Cómo demostraremos nuestro amor por Dios, quien tanto ha sufrido por nosotros, sino entre contradicciones y repugnancias? - San Francisco de Sales

El bendito Seráfico, el Capuchino, una vez estaba en compañía de sus Superiores y un joven seglar, quien, al verlo tan simple, humilde e imperturbable, se tomó la libertad de tiranizarlo y llegar al extremo de menospreciarlo, insultarlo e incluso golpearlo. Hermano Seráfico, sin inmutarse ante todos estos insultos, solo dijo, con perfecta amabilidad: "¡Ah, mi pequeño Santo! ¡mi pequeño Santo!" (Era así como llamaba a aquellos que lo insultaban.) "Hagamos el bien en el servicio de Dios." Uno de los Padres del Desierto solía imaginar a Jesucristo a su lado en sus tribulaciones, diciéndole: "Tú eres Mi hermano, ¿y no te avergüenzas de hacer algún problema sobre sufrir esto, cuando sabes cuánto he sufrido por ti?"