En la Sala Capitular, San Bernardo y sus monjes, Jean Fouquet
Día 22
Abril: Paciencia
El Señor nos envía tribulaciones e informidades para darnos los medios de pagar las deudas inmensas que hemos contraído con Él. Por lo tanto, aquellos que tienen buen juicio las reciben con alegría, pues piensan más en el bien que pueden obtener de ellas que en el dolor que experimentan a causa de ellas. -San Vicente Ferrer
San Vicente Ferrer desplegó este mismo sentimiento más plenamente en un sermón que contenía esta agradable parábola: Había un rey que tenía en prisión a dos hombres que le debían grandes sumas de dinero. Viendo que eran incapaces de pagar porque no poseían nada, arrojó una bolsa llena de dinero sobre cada uno de ellos con tanta fuerza que ambos sintieron el dolor. Uno, enojado por el golpe, mostró su impaciencia sin hacer caso de la bolsa; pero el otro, sin prestar atención al dolor, reconoció el favor que se le había hecho, y tomando la bolsa, dio gracias al rey y pagó su deuda con el dinero. "Ahora, exactamente lo mismo nos sucede a nosotros", agregó el Santo. "Todos debemos grandes deudas a Dios por los muchos beneficios que hemos recibido de Él y por los muchos pecados que hemos cometido contra Él, y no tenemos nada propio para pagarlas. Por lo tanto, movido por compasión hacia nosotros, nos envía el oro de la paciencia en la bolsa de las tribulaciones, para que podamos usarlo para pagar nuestras deudas. Quien no lo haga solo aumenta sus deudas y se hace, al mismo tiempo, más desagradable a Dios."
El ejemplo de los dos ladrones crucificados con Cristo confirma esta verdad. Por su paciencia, uno pagó sus deudas y obtuvo el Paraíso; mientras que el otro, por su impaciencia, se convirtió más que nunca en deudor y obtuvo para sí mismo dolores eternos.
Cesairus cuenta de un monje cisterciense que se apareció a su Abad en gran gloria la noche después de su muerte, y le dijo: "Sepa, mi Padre, que los agudos dolores y torturas de mi enfermedad suplieron para mí el lugar del Purgatorio por anticipación; y por lo tanto, subí directamente de la tierra al Cielo".