Día 12

Abril: Paciencia

"No hay señal más evidente de que alguien es un Santo y del número de los elegidos, que verlo llevando una buena vida y al mismo tiempo siendo presa de la desolación, el sufrimiento y las pruebas." - San Luis Gonzaga

Porque San Ignacio de Loyola era perfecto y querido por Dios, las persecuciones llegaban a él en tal medida que a menudo sucedía que mientras él estaba ausente, sus compañeros vivían en gran tranquilidad, y apenas regresaba, alguna prueba caía sobre la casa.

Santa Teresa una vez recibió dinero de un comerciante que se recomendó a sus oraciones. Poco después, le dijo: 'He orado por ti, y se me ha revelado que tu nombre está escrito en el Libro de la Vida; y como prueba de esto, nada en el futuro te irá prósperamente.' Y esto ocurrió exactamente; pues, en poco tiempo, todos sus barcos se perdieron y quedó en bancarrota. Cuando sus amigos supieron de estos desastres, le proporcionaron otro barco, que también se hundió pronto. Entonces, por su propia voluntad, entró en la cárcel de deudores. Pero sus acreedores, sabiendo lo bueno que era, no le hicieron daño y lo liberaron. Habiéndose vuelto así pobre, terminó su vida como un Santo, contento solo con Dios.

Un Mercedario