San Andrés Avelino, Desconocido

Día 10

Abril: Paciencia

Debe considerarse una gran desgracia, no solo para los individuos, sino también para las Casas y Congregaciones, el tener todo conforme a sus deseos; el seguir tranquilamente y no sufrir nada por amor a Dios. Sí, consideren como cierto que una persona o una Congregación que no sufre y es aplaudida por todo el mundo está cerca de caer. - San Vicente de Paúl

Cuán plenamente San Vicente estaba persuadido de esta verdad, lo demostró por la manera en que informó a sus discípulos de una considerable pérdida que había ocurrido en la casa. "Como había estado considerando", dijo, "durante mucho tiempo cómo iban felices los asuntos de la Congregación y cómo todo tenía éxito, comencé a temer mucho esta calma, porque sabía que Dios acostumbra a probar a sus siervos. Pero bendita sea la Divina Bondad, que ha decidido visitarnos con una pérdida muy considerable".

Un santo anciano que estaba muy a menudo enfermo se entristecía mucho al pasar un año entero sin enfermedad, diciendo que Dios debía haberlo abandonado, ya que había dejado de visitarlo.

Los santos Francisco y Andrés Avelino compartían los mismos sentimientos. Pensaban que cualquier día en que no sufrieran por amor a Dios, Él los había olvidado y abandonado.

Una noche, cuando el Padre Ávila estaba enfermo, su dolor aumentó excesivamente después de que se apagó la vela y los asistentes se habían dormido. No quería despertarlos, pero después de un tiempo, vencido por la intensidad del dolor, oró al Señor para que se dignara librarlo de tal agonía. Luego se quedó dormido y, al despertar, se encontró libre de dolor. Entonces, dijo a uno de sus discípulos: "¡Qué golpe tan severo me ha dado el Señor esta noche!" Con esto quería decir que al escuchar su oración, Dios le había quitado la ocasión de sufrir y de merecer.

Un Mercedario