Heinrich Seuse
Día 6
Diciembre: Unión
Un alma verdaderamente sumisa a la voluntad de Dios no se aficiona a ninguna cosa creada; conoce que todo lo que es fuera de Dios no es más que vanidad y nada, y así no tiene otro objeto ni otro fin que morir a sí misma y resignarse actualmente y siempre en todas las cosas. - B. Enrique Suson
San Vicente de Paúl sobresalió en esto, pues vivía tan desasido de todas las criaturas y de sí mismo. Su atención continua era conformarse con el buen agrado de Dios y adorar con amor las disposiciones de Su providencia. Santa Teresa de Jesús escribía en estos términos a su director: "El estado actual de mi alma es que yo no quiero sino lo que Dios quiere. El querer de Dios y su voluntad están de tal modo dentro de mí y tan unidos con mis deseos e inclinaciones, que no deseo otra cosa, y aun me parece que no puedo desearlo; y esto es lo que quiero única y perfectamente. Tengo esta disposición grabada en lo íntimo de mi corazón. No tengo necesidad de producir ni multiplicar los actos de sumisión a la voluntad de Dios; amo todo lo que Dios quiere y me glorío de esto en sumo grado."
Oración final
Dios mío, adoro vuestra divina voluntad, me someto a ella, la amo, me regocijo en cumplirla y no deseo otra cosa.
Abad Lasausse