Santa Clara de Montefalco, Desconocido

Día 27

Diciembre: Unión

Lo que Dios quiere de nosotros son las obras, y así es necesario suspender los ejercicios de piedad cuando la obediencia o la caridad del prójimo exigen que los omitamos. Las acciones que Dios nos pide entonces conducen más prontamente a Él que la más alta contemplación. Santa Teresa de Jesús

La bienaventurada Clara de Monte Falco se entregaba con mucho gusto a lo más penoso en el monasterio, y solía decir que así se perfeccionaba en el don de la oración. Cuando santa Magdalena de Pacis estaba en el noviciado, su directora, sabiendo que era muy inclinada a la oración, le permitía muchas veces retirarse para orar mientras las demás estaban ocupadas en el trabajo manual. A pesar de esto, ella jamás usó de ese permiso y decía: "Haciendo los ejercicios que hacen las demás y obedeciendo, estoy segura de hacer la voluntad de Dios, y quizás haría mi voluntad realizando otros ejercicios, por santos que fueran".

Oración final

Dios mío, no permitas que haga nunca mi voluntad. Que siempre quiera cumplir la tuya con amor. Estoy en la tierra solo para esto.

Abad Lasausse