San Juan Berchmans, Desconocido

Día 20

Diciembre: Unión

Cuando alguien quiere unirse a Dios, es necesario que examine si hay entre su alma y Dios algo que impida la unión; si no se busca a sí mismo en ninguna acción, y si el Señor es verdaderamente el Dios de su corazón. San Enrique Suson.

El V. Berchmans, después de un serio examen de su corazón, no encontró en él ningún afecto desordenado. Después de su muerte, se encontró el cuaderno que guardaba los sentimientos de su alma, y estaba escrito: "Nulli rei sum afectus, et nihil habeo cui afficiar." No estoy aficionado a ninguna cosa terrestre, ni tengo nada a lo que pueda estar aficionado.

San Vicente de Paul ganó para Dios a un caballero de gran distinción que había vivido muchos años en la corte, gobernándose según las máximas del mundo. Le aconsejó que se examinara frecuentemente respecto a los deseos de su corazón, y fue fiel a esta práctica. Convencido por su celoso director de que estaría tanto más unido a Dios cuanto más desprendido estuviera de las criaturas, se examinaba sucesivamente para asegurarse de que no estaba adherido, sino por Dios, a sus padres y amigos, y de que estaba verdaderamente desprendido de los bienes, los honores, las comodidades de la vida y de todo lo que poseía. Llegó, por los diversos sacrificios que hizo, a una alta perfección. Un día, después de sacrificar a Dios la única cosa a la que parecía tener cierta adhesión, el Señor recompensó ese sacrificio instantáneo, que le costó mucho, con una libertad tan grande que no sentía apego alguno a ninguna cosa perecedera.

Oración final

Dios mío, si hay algo en mi corazón que no sea de tu agrado, arráncalo de raíz para que tú seas el dueño absoluto y yo tenga la dicha de agradarte.

Abad Lasausse