La visión de santa Catalina Fieschi Adorno, Marco Benefial

Día 11

Diciembre: Unión

La perfecta resignación no es otra cosa que un aniquilamiento moral de los pensamientos y afectos; se adquiere entregándose totalmente a Dios para ser dirigido según Su santa voluntad. San Enrique Suson.

Santa Catalina de Génova llegó a este santo aniquilamiento. No tenía ni deseo ni afición por las cosas de la tierra, deseando que Dios hiciera de ella y en ella todo lo que quisiese, estando bien resuelta a no oponerse jamás a Dios. Decía en cierta ocasión, ya sea que coma o que beba, que hable o que calle, que duerma o que vigile, que camine o me pare, toda soy de Dios y estoy lista para obedecerle.

Oración final

Dios mío, guíame según tu beneplácito, haz en mí y de mí lo que quieras. Tú eres mi dueño, siempre diré que haces bien en todo lo que haces.